La vida de Anton Soulier, director general de Taster, gira en torno a la comida.
Su fe en la comida fue desafiada cuando trabajaba en su puesto anterior en el sector de la restauración. Observó una falta de esfuerzo de los restaurantes y, como consecuencia, clientes decepcionados.
Anton sabía que algo tenía que cambiar, así que imaginó un patio de comida digital de comida callejera auténtica, cada restaurante diseñado específicamente para una entrega de alta calidad. Sin embargo, Anton no podía hacerlo solo. Buscó un socio que compartiera su visión.
En 2017, Anton convenció a Mak, un chef franco-vietnamito, que le ayudara a crear el bo bún supremo, un plato adorado por los parisinos. Se instalaron en una pequeña cocina en París, y dentro de pocos días, Mission Saigon había recibido tantos pedidos por rollitos de primavera que Anton pensó en abrir una fábrica de rollitos. Afortunadamente, no olvidó su sueño, y nació Taster.